Trabajo realizado por Salomon Levy

 

 

 Desde New York nos envia este 2º trabajo nuestro compañero Salomon, actualmente es director de Tennis Christopher Morley Tennis Club, Roslyn NY, Nació en Colombia, cuenta con una licenciatura en Ciencias del Deporte y  Entrenamiento de Alto Rendimiento de Wingate College (Israel).
  Por más de 25 años ha utilizado su pasión y creatividad en el desarrollo de jugadores alrededor del mundo.

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  Un reconocido entrenador me dijo una vez; “No es importante lo que enseñamos, sino lo que nuestro alumno aprende”. Me dejó pensando y desde ese día, cada vez que doy una clase, mi mayor objetivo es dar un mensaje claro y conciso, Consciente de que mi trabajo consiste en que mi alumno reciba el mensaje y lo entienda bien.

  Una de las cosas que más me motivan para ser entrenador, es que cada alumno tiene su propia manera de aprender, entonces el arte consiste en encontrar la forma particular que tiene cada estudiante. Para el entrenador este es el desafío por resolver con cada alumno y lo que hace que esta profesión sea tan interesante.

  Es bien sabido que el nivel de concentración de los jóvenes hoy en día, es cada vez más limitado y con suerte, podríamos tener veinte segundos de su “WIFI” para conectarnos con ellos. Así que debemos priorizar la calidad por sobre la cantidad de los mensajes. Mostrar más y hablar menos. Por eso es de suma importancia encontrar el momento adecuado para enviarlos. El entrenador eficiente debe tener una agenda flexible, y captar las señales que le llegan de su alumno entendiendo que no siempre está dispuesto a recibir nueva información y eso está bien, debemos tener mucha paciencia.

  Después de más 25 años de experiencia como entrenador, encontré que la situación ideal en el proceso de aprendizaje se presenta cuando el alumno se divierte aprendiendo e inconscientemente se produce la magia. En estos casos es recomendable no decir nada, solo dejar que experimente y descubra la solución por sí solo. Al fin y al cabo lo que pretendemos es que logre realizarlo a su manera y no necesariamente a la nuestra. Así llegara a ejecutar, con total naturalidad sus movimientos en momentos de mucha presión durante la competencia.

  Me gustaría concluir este artículo con un consejo que espero les sea útil a la hora de comunicarse con sus alumnos: “Trataremos de decirles lo que queremos que hagan, en vez de decirles lo que NO queremos que hagan” esto nos ahorrara tiempo y energías pero además nos servirá para tener una comunicación más eficiente.