He hecho este cuento-fabula basado en un post en face de hace varios días, creo que todos sabemos que es viajar para volver a casa después de torneos y todos hemos pasado, en mayor o menor medida por las mismas situaciones y sensaciones, espero que les agrade:

 

  Qué bonito es viajar, la verdad es que es un placer, que bonito y cuanto aprendes, y donde más aprendes mejor te lo pasas es viajando en una aerolínea «LOW COST» en pleno lunes «post» fin-de-semana-cambio-de-mes-en-plena-operación: «ya estamos de vacaciones», y desde un aeropuerto, digamos, secundario o terciario de un país, digamos…digamos que no está en el oeste.

  Que reconfortante para en espíritu cuando has acabado tu estancia de trabajo durante 2-4 semanas lidiando para que los chicos jueguen mejor, estas lleno de energía y te dispones a volver.

  El viaje empieza con ese «check in » on line obligado del día anterior en un país donde ya has aprendido que las comunicaciones no son su fuerte, rellenas, rellenas y vuelta empezar, casi!!!… no…empiezas otra vez…consigues rellenar el ultimo campo y una sensación de satisfacción recorre tu cuerpo cuando, por fin, consigues esa tarjeta de embarque tan deseada, y que necesitas imprimirla, esa es otra para solucionar, para no pagar por su falta al llegar al mostrador de facturación, aprendes a valorar más tus aptitudes en nuevas tecnologías, aprendes que tienes más paciencia de la que creías, te sientes héroe al haberlo logrado, agradezco a la compañía ese «check in on line» diseñado para valorarte tú mismo mejor, darte autoconfianza, preparándote para la magnífica experiencia que es volar en una aerolínea «LOW COST».

  Cuentas cuando te queda en moneda local, haces previsiones para picar algo en el aeropuerto y si sobra algún “styker” para la nevera,- correcto me da…-, no quiero cambiar 50 € y llevarme a casa el cambio en lo que sea..
llegas al aeropuerto y aprendes que tu mostrador probablemente sea el que tienes más cola, aprendes a ser mejor empresario, a reducir costes, tiene su lógica todo: mejor pagar a una persona para facturar a 200 pasajeros que a dos, se tiene más rentabilidad, la verdad cuantas enseñanzas, creo que lo aplicare en mi escuela: en vez 8, 2 pistas con 2 entrenadores, meteré 8 en pista y con un entrenador, o mejor 12…

  Encima te dan la posibilidad de relacionarte en la cola, sociabilizarte, hacer amigos, te preguntan: – ¿es aquí para Barcelona?-, – Si señora es aquí para Barcelona…- ¿y la maleta se factura aquí?,- Si señora aquí…- ¿Qué tal como lo has pasado? De maravilla señora me ha encantado el sitio, es mas creo que volveré…

  Cuanto aprendes…aprendes que las clases sociales actuales en aeropuertos se dividen dependiendo si tiene el «priority pass» o no, aprendes sobre las dimensiones de las maletas, mejoras tu capacidad de relacionar el espacio con los objetos al estar toda la cola mirando ese cajón que dice: «hand bag must fit here», colocas mentalmente tu “hand bag” o raquetero y piensas: creo que si…pero justita, justita…, por si acaso aprendes a usar tu imaginación para esconderla de algún modo para que cuando te toque facturar no se den cuenta que la llevas o como mínimo que no es tan grande.

Aprendes que el trabajar mucho y duro no va reñido con la amabilidad y la simpatía, y prueba de ello es cuando la personal de tierra, en el mostrador, cuando ya ha facturado las maletas de 200 y toca la tuya y pasa 1 kg 500 gramos del permitido, te dice que has de pagar por ese kilo y medio, la luchas, buscas argumentos para no pagar: de vuelta llevaba la misma, vuelo mucho y siempre me dejan, necesito las raquetas…,y con una gran  sonrisa y de una forma más que eficiente en técnicas de comunicación sumamente avanzadas y en un ingles perfecto te dice: -pay o no fly-…lo entiendes clarísimo, ni pestañeas, vas a pagar y acabas con la moneda local, ¡¡¡adiós a picar algo lueg!!! Cuanto estoy aprendiendo..

  Aprendes a controlar tus emociones al sentirte espía ante la mirada inquisitoria del funcionario de control de aduanas, mira tú pasaporte, te mira, lo remira, te remira, lo vuelve a mirar y tu controlándote por si descubre algo, ¿y si es falso?…piensas, que coño falso si me lo hice en la poli de la calle Muntaner!!! Te convences y sabes que no has de esconder nada, pero te cagas cuando te dice: -«long hair now, picture passport no»- simplemente asientes ante el temor de decir algo equivocado, sientes que esta esperando que falles en la respuesta, como aprendes a auto controlarte incluso siendo inocente de algo que sabes que no has hecho…pero sigues acojonado y pasas al siguiente nivel de autocontrol cuando en seguridad ves a agentes de seguridad con cara de pocos amigos y mejoras tus aptitudes artísticas, aprendes a ser actor, empiezas a disimular, a disimular que escondes algo que no tienes, , te tensas y te autoconvences que no llevas nada, !!!pero si no llevo nada, de que me he de auto convencer!!! tu cerebro se da la vuelta y cambias de registro al del tipo inocente que no se entera de nada y es la 1ª vez que vuela, torpe y midiendo sus pasos para no molestar la labor de los de seguridad, se te cae algo, lo recoges, ante cualquier cosa sueltas: -what, I dont know,sorry- todo muy humilde y por fin el tipo te dice: -go please-…dos papeles en tres minutos…eso es actuar…

  Aprendes que son aeropuertos tremendamente ecológicos ya que no encuentras ningún enchufe para cargar ese Ifone que llevo un año y medio con él y la batería dura lo que dura y por pereza de no ir a la Apple a que te claven, eso sí tratándote como a un jeque pero clavándote, y temor al pakistaní de la esquina aquí estoy con un máster en ingeniería de suministros energéticos en dispositivos móviles.

Como decía, te das cuenta que no necesitan enchufes, aprendes a sobrevivir sin enchufes, no hay enchufes, recorres el aeropuerto dos veces, cada una de ellas revisando esquinas que en la vuelta anterior decías que ahí no hay seguro, aprendes a buscar, a fijarte en detalles de las paredes que creías que no existían, miras detrás de todo, por el suelo y nada, aprendes de arquitectura al fijarte en toda la distribución…cuando pierdes la esperanza, de repente como el espejismo del sediento cruzando en el desierto, en un recodo de una pared con otra, ves uno, habías pasado dos veces por ahí y no lo habías visto, ¡¡¡joder que burro!!!,  y de repente aprendes a apreciar la electricidad, enchufas el ifhone y ante la falta de Wiffy te dispones a enviar un antiguo medio de comunicación llamado SMS, -solo uno que clavan 1 € desde aquí- te dices: -salgo con retraso-, a la contestación ¿qué tal cómo vas?, no quieres responder, respondes, 2 €: de maravilla cariño, que bien me lo estoy pasando y aprendiendo muchas cosas, no me esperes despierta, un beso al niño, tres horas de retr…(se acabaron los caracteres) me niego al 3er Euro.

  Con el retraso y gastada la moneda local en el kg 500 gramos, el estomago suena, te toca pagar el Burger King con el de 50€ que tienes y no querias tocar,-Change in local-,me dice la del “Burger” , me lo temía…- no problem, el estómago te suena, guardare el cambio para cuando vuelva…

Y por fin entras en el avión, aprendes a economizar espacio al poner tu bolsa de mano, que pasaste camuflada, en el compartimento superior ocupados por 400 bolsas de manos de ese maravilloso cliente que es el que se va de vacaciones o vuelve de ellas cargado con bolsos, bolsas con regalos, maletas pequeñas, más grandes, bolsas de niños, juguetes de niños,…
Ves el asiento y das gracias, te sientes agradecido ya que estas aerolíneas se preocupan por tu salud, se preocupan de tu espalda al invitarte a que aprendas yoga cuando te sientas y necesitas una postura totalmente ergonómica con la espalda recta y ángulo de 90 grados con las piernas ya que es la única forma de entrar, y no, no penséis que lo hacen para meter más gente en el avión, no sean mal pensados, lo hacen por nosotros por nuestra salud presente o futura.
Qué bonito es sentarte y ver como todo el mundo se mueve y cambia de asiento para intentar sentarse juntos al volver de vacaciones, caras de felicidad, te levantas de tu asiento del pasillo para dejarlos pasar y volver a dejarlos pasar y entrar otra vez, que bonito es ver como comparten las conversaciones contigo al hablar entre ellos desde tres filas de distancia con voz alta y tu estas en medio, que bonito es ver a los niños correr por el pasillo pegándote en las rodillas o en los pies, me encanta escuchar la música tecno del de al lado en unos Bose a todo volumen que bonito es ver a la gente feliz.

Qué bonito es ver cómo, aun creyéndose en vacaciones y aun creyéndose en las piscinas, un pasajeros pone los pies descalzos en el asiento contiguo intermedio, que no le huelan, piensas…que bonito es tener una impronta tan fuerte de tus vacaciones y creerte que estas en ellas todavía, como estoy disfrutando…

Por fin despegas y aprendes a controlar tus instintos de compra compulsiva ya que cada diez minutos te venden algo, agradezco ese afán de satisfacerme, comida, bebidas, artículos libres de impuestos, viajes, alquileres de coches, hoteles, tarjetas de fidelización, sorteos in situ apoyando a organizaciones benéficas, carteles publicitarios por todo el avión, entre el yoga y el autocontrol mental llego a Barcelona rollo «Dalai Lama».

Aterrizas entre aplausos, la de la cola al facturar te pregunta si ya estamos en Barcelona,-sí, ya llegamos señora-, – es que como no lo han anunciado-, me dice, -ya señora que mal-…, y ves por la ventanilla no sé cuántos «fingers» vacíos, sin aviones, pero para conservarlos bien y preservarlo del uso abusivo llevan tu avión a estacionarse a la última esquina del aeropuerto, que gran aeropuerto tenemos, piensas, mejor así, si no lo usamos nos durara más…

Esperas tu turno para bajar y entrar como puedes en el autobús lanzadera hacia la terminal, de pie, con la espalda enrampada del yoga, cogido a un saliente de una barra que llego in extremis, bolsa al hombro cayéndose hacia la dirección opuesta que yo me apoyo, siguen preocupándose por tu salud al cambiar al Pilates, con el Core a full, aguantas en equilibrio la posición cogida cuando tienes dos fuerzas actuando sobre ti en direcciones opuestas, el bus al dando una curva cerrada y la maleta hacia el otro lado, primeras gotas de sudor, Ufffff..-sorry lady-, no me dio para mas el Core…

  Coges Maleta y llegas a casa, no deshaces nada, estas impregnado de experiencias positivas en un viaje de dos horas de avión pero de 8 horas de puerta a puerta, te sientas en el sofá en tu posición preferida, esa que sabes que descansa cada uno de los 639 , más o menos, músculos del cuerpo, te relajas 1 minuto, ya estoy en casa…y cuando te das cuenta que te has dejado el mando a distancia en la mesa y ante el esfuerzo que supone  levantarte para cogerlo y piensas:

Ya estoy en casa, pero estoy mejor viajando.
!Qué bonito es viajar y cuanto se aprende!!!

 

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